Si caemos en el búnker, uno de nuestros máximos problemas será encontrar el recorrido perfecto que nos obligue a hacer un golpe largo desde el bunker para alcanzar el green.

El principal punto que debemos tener en cuenta si pretendemos salir de esta situación con éxito es que la cara tiene que tocar directa y limpiamente la bola. ¿El motivo? La arena frena el golpe mucho más que la hierba de un raf.

Sabemos ya cómo debe ser el golpe, ahora necesitamos saber cómo conseguirlo. Antes, necesitaremos determinar en qué situación se encuentra la bola, si está bien o mal colocada para dicho golpe.

Una bola bien colocada es aquella que no tiene arena dificultando el golpe y que por ende tiene la zona de ataque del impacto limpia para ser golpeada. Si te encuentras en esta situación deberás decantarte un realizar un swing más plano, hecho que evitará que el palo quede clavado en la arena. La manera correcta de lograr este swing es a través de nuestra postura corporal. Con el palo más corto de lo habitual listo para golpear, nos colocaremos sentados sobre los talones, con el tronco más vertical.

Por otro lado, una bola mal colocada es toda aquella bola que no se encuentre en la situación idílica anterior. Son bolas que se ubican en pisadas, entre surcos o están rodeadas por arena. Si nos encontramos en esta situación deberemos juga runa bola cortada y buscar un swing más vertical. Para lograrlo, abriremos ligeramente la cara del palo y alinearemos nuestro cuerpo hacía la izquierda. Ante esta situación es recomendable decantarse por uno o dos palos más de los que jugarías de normal.
 
Con estos pequeños consejos ya estás listo para reducir tu hándicap y recuerda que si estás estancado en tu juego, una buena clase de nivel intermedio/ avanzado te ayudará a progresar de una manera más eficiente.